Desde siempre los indígenas de todo el mundo han conocido el poder de la madre Tierra o la Pachamama, de su energía sanadora, de nuestra conexión con ella, la cual hemos ido perdiendo debido al estilo de vida moderno y que ha traído como consecuencia dolores crónicos que se pueden aliviar, según investigaciones de los últimos años, con las llamadas terapias de conexión a tierra.
Partamos del hecho de que todo en el universo es energía, incluidos nosotros y nuestro planeta, por eso mientras el hombre caminó descalzo y sus actividades las realizaba al aire libre tuvo una conexión directa con la tierra, pero zapatos con suelas sintéticas, el hecho de que vivimos y trabajamos mas lejos del suelo y que pasemos más tiempo en interiores nos impide tener ese contacto con la tierra que nos brinda la energía necesaria para nuestro bienestar.
La naturaleza con su efecto calmante ayuda a bajar los niveles de la hormona del estrés (cortisol) de ahí que recomienden caminar o sentarse en medio de la naturaleza por al menos 10 minutos tres veces a la semana, pero además diversos estudios han comprobado que la llamada terapia de conexión a tierra (grounding o earthing en inglés) alivia el dolor, las inflamaciones y el estrés por medio del contacto con la energía eléctrica de la Tierra, esto se logra caminando descalzo sobre césped, tierra, arena, gravilla o piedra al menos por 30 minutos una o dos veces al día o en su defecto, para quienes no pueden salir a la naturaleza, se consiguen dispositivos con esta carga para usar en casa.
Cuando estamos conectados a tierra nuestros cuerpos trabajan mejor lo que se refleja en más energía, menos dolor y mejor sueño. Otros de los beneficios de la terapia de conexión a tierra son:
– Mejora el flujo sanguíneo. Afecciones cardiovasculares y la diabetes se caracterizan por sangre espesa y, según estudios, este terapia disminuye la viscosidad de la sangre y mejora su circulación.
– Acelera la sanación de heridas y traumatismos
– Revitaliza el cuerpo
– Calma el sistema nervioso
Al caminar descalzos en la naturaleza nos permitimos sentir su energía, percibir sensaciones en los pies, conectarnos con nuestra esencia y disfrutar del momento presente, para hacerlo más efectivo podemos involucrar nuestros sentidos nombrando 5 cosas que estamos viendo, 4 sonidos que escuchamos, tocando 3 elementos, percibiendo 2 olores, si se desea se puede saborear 1 pedazo de una fruta o alimento identificando la textura, el sabor, la sensación en la boca y por último se toma 1 respiración profunda.
El ejercicio anterior es para estar en el presente, pero además podemos intercambiar energía con la tierra, nosotros le entregamos nuestras preocupaciones y ella a cambio nos devuelve una energía renovada. Es algo muy sencillo, mientras estamos parados en la tierra con los pies descalzos imaginamos o visualizamos que de nuestros pies salen raíces que se van adentrando en la Tierra, que bajan y bajan hasta llegar al centro de ella, allí depositamos el estrés, los dolores, preocupaciones, a cambio ella nos entrega una hermosa luz blanca que empieza a subir por esas raíces hasta nuestros pies por donde entra a nuestro cuerpo y lo recorre por completo, llenándolo de vitalidad, alegría, entusiasmo, para finalizar le damos las gracias a la Tierra por este hermoso regalo.
La terapia no se trata solo de caminar descalzo pueden sentarse con los pies sobre la tierra, acostarse, sentarse esto se trata de estar en contacto con la tierra, así que cada cual elige lo que prefiera.
Si les interesa conocer cómo funciona esta terapia pueden ver este documental
https://www.youtube.com/watch?v=lIyGwkU8dCs&feature=youtu.be.
Tenemos medicina natural al alcance de los pies, literalmente, entonces no esperemos mas y empecemos a practicar esta técnica para nuestra salud física y mental.
Fuentes: Artículo de Martin Zucker, earthinginstitute.net, drarielleschwartz.com.