Meditación y mindfulness son dos palabras muy utilizadas en los últimos tiempos, sin embargo, es poco claro para algunos de qué se tratan.
Vivimos en un mundo que va cada vez más rápido produciendo estrés, el cual se ha convertido en el protagonista de nuestras vidas afectándolas de manera negativa.
Lo que produce ese estrés es el estar más enfocados en el pasado o en el futuro que en el momento presente.
Un estudio de la Universidad de Harvard encontró que:
1. Pasamos el 46.9 % del tiempo que estamos despiertos pensando en algo diferente a lo que estamos haciendo.
2. Permitir al cerebro funcionar en automático hace infelices a las personas.
Para contrarrestar lo anterior y fomentar la salud mental y emocional sería bueno aprender técnicas que nos permitan serenar nuestra mente y vivir de una manera más consciente, ya sea la meditación o el mindfulness (atención plena).
Veamos de qué se trata cada uno para así elegir el que mejor se adapte a nuestras necesidades.
Meditación
“Meditación es una disciplina que por medio de la respiración y un entrenamiento mental logra un estado de profunda relajación mental y física”.
La meditación es una práctica antigua que abarca varios tipos y con métodos que se pueden enfocar en:
– Respiración
– Mantras
– Visualización
– Guiadas
Meditar es bueno en cualquier momento, sin embargo, las mejores horas son en la mañana al despertar o en la noche antes de dormir. Lo ideal es hacerlo todos los días a la misma hora para formar un hábito.
Para llevar a cabo una meditación se requiere un espacio tranquilo donde no haya interrupciones, en una posición cómoda, ojos cerrados.
La meditación lleva al autoconocimiento, reconocimiento de emociones, la claridad mental y una relajación plena.
Mindfulness (Atención plena)
“Es la atención plena de la realidad, en el momento presente, sin juzgar y con aceptación”. Se trata de una práctica más moderna que es una forma de meditación.
Al tener la atención plena somos conscientes del aquí y el ahora, de lo que sucede en nuestra vida y que pasa desapercibido porque estamos haciendo miles de cosas al mismo tiempo sin darnos cuenta de lo realmente importante.
Percibimos el mundo que nos rodea, nuestros movimientos, sensaciones, comportamientos, al tiempo que identificamos y analizamos pensamientos negativos.
El mindfulness involucra todos los sentidos, se puede practicar en cualquier momento y lugar, sin importar si estamos solos o acompañados. Lo único que debemos hacer es enfocarnos en nuestra respiración o un objeto.
Veamos cómo se hace mientras llevamos a cabo actividades cotidianas como caminar y al prestar atención a:
– El aire en el rostro
– Los olores alrededor
– Sonidos de la naturaleza, los autos
– Los movimientos del cuerpo
– El calor del sol
– La arquitectura del área
– Los jardines de los vecinos
– La textura de una hoja
Es bueno por cada sentido nombrar 2 o 3 cosas que estamos percibiendo.
Puntos en común entre meditación y el mindfulness
Ambas prácticas involucran la mente, reducen el estrés, mejoran la concentración y el estado de ánimo, ayudan a reconocer las emociones y fortalecen la autoestima.
En resumen son prácticas que contribuyen con la salud mental y emocional.
¿Lo quieres intentar?
Si quieres empezar con una de estas prácticas hay algunos puntos que facilitan llevarlas a cabo.
1. Elegir de acuerdo a la disponibilidad de tiempo y la preferencia, claro que se pueden practicar las dos y utilizarla en el momento que se requiera.
2. Iniciar con unos pocos minutos al día e ir aumentando el tiempo.
3. Tratar de hacerlo siempre a la misma hora para crear el hábito.
4. Ver videos y/o buscar guías que muestren la forma de hacerlo.
5. Involucrar a la pareja, familia, colegas, amigos para tener el apoyo y la motivación.
Algunas personas no meditan porque se tiene la creencia que meditar es vaciar la mente de todo pensamiento, pero en realidad es disminuir la cantidad de ellos y cuando lleguen dejarlos pasar.
Por lo tanto, puedes intentar la meditación, al principio seguramente tu mente estará muy activa, sin embargo, a medida que avances tendrás menos pensamientos.
En cuanto al mindfulness o atención plena te comparto una experiencia que tuve.
Asistí a una charla virtual sobre el tema y nos pidieron tomar un objeto para detallarlo. Elegí un ángel que tengo al lado del computador desde hace muchos años.
Nos pidieron tocarlo, mirarlo y examinarlo bien, olerlo, escuchar si producía algún sonido. Oh sorpresa, ese ángel que ha estado ahí por tanto tiempo tenía un olor dulzón muy agradable del que nunca me percaté.
También descubrí detalles y texturas que no había notado, todo por enfocarme en él y mirarlo con atención plena, sin pensar en nada más que en lo que estaba haciendo en ese instante.
Les confieso que no lo he vuelto a hacer, pero a partir de hoy empezaré a sacar 5 minutos cada día para redescubrir y ver con otros ojos lo que me rodea.
Necesitamos ganarle al estrés que tanto nos afecta mental y físicamente. Es solo cuestión de comprometernos con nosotros mismos porque nos lo merecemos.
Fuentes: Revista Women’s Health, chopra.com, scielo.org.pe, mejorconsalud.as.com.