El martes pasado vimos como aprovechar el pan duro en recetas, ahora es el turno de aprender los usos que facilitan las tareas del hogar.
Son muy diversos los usos que le podemos dar al pan duro y en algunos sale al rescate en situaciones inesperadas, como veremos a continuación.
Cebolla y lágrimas. Si se desliza el cuchillo por un pan duro desde la punta hasta la empuñadura y luego se parte cebolla, el pan va a absorber los componentes sulfurados que hacen llorar.
Galletas y azúcar morena. La mejor forma para que las galletas permanezcan frescas y el azúcar morena no forme grumos, es guardarlo con una tajada de pan duro en un recipiente con cierre hermético.
Mazorca. Aplicar la mantequilla en un pan duro para frotarla sobre la mazorca es la mejor opción para evitar que se desperdicie.
Olores. Con relación a los olores hay dos situaciones en las que los absorben.
1. Olores al cocinar, especialmente repollo, brócoli y similares. Estos olores molestos se mantienen dentro de la olla si se coloca un pan duro sobre ellos, así se previene que el olor se esparza por toda la casa.
2. Refrigerador. Cuando algún alimento impregna de olor fuerte el refrigerador, solo hay que dejar algunas tajadas de pan duro dentro de él toda la noche, en la mañana se retiran y el olor habrá desaparecido.
Elimina grasa. Cuando se está cocinando comida grasosa basta con agregar uno o dos pedazos de pan duro a la olla o sartén para que este absorba la grasa.
Asador. Antes de empezar un asado se deposita pan duro en el fondo del asador, de esta manera el pan va a absorber la grasa, así no se quema y no va a producir humo.
Vidrio roto. Cuando algo de vidrio se rompe, después de recoger los pedazos grandes y barrer, los fragmentos pequeños se recogen con un pan duro.
Huellas en fotos. Las huellas de dedos que quedan en las fotos, se borran haciendo una bola con el pan duro y pasándola con suavidad sobre ellas.
Crayolas en la pared. Cuando los niños rayan las paredes con crayolas y/o lápiz, la mejor forma para eliminarlas es con pan duro frotado con suavidad y en una sola dirección.
Manchas de barro en gamuza. Al frotarlas con suavidad con pan duro salen con facilidad, ya que este actuará como una lija suave soltando el barro sin dañar el material.
Suaviza callos. Los molestos callos se suavizan empapando un pedazo de pan duro en vinagre de sidra de manzana, luego se pega con una cinta sobre el callo, se cubre con una media y se deja toda la noche.
Remueve astillas y aguijones. En estos casos se sumerge un pedazo de pan duro en leche fresca, se escurre para retirar el exceso, se aplica sobre el área afectada, se asegura con cinta adhesiva y se deja por algunas horas o toda la noche.
Hacer emplastos. Al igual que el punto anterior se utiliza leche, pero caliente, para madurar furúnculos. Primero se sumerge en la leche, se escurre y se coloca sobre el grano, se cubre con un trapo limpio o una gaza y se retira cuando el pan se enfríe. Se repite el procedimiento cuantas veces sea necesario.
La próxima vez que tengan pan duro o viejo recuerden estos usos y a lo mejor se les ocurren algunos cuantos. Lo importante es utilizar todo lo que tenemos para las tareas del hogar y así reducir la cantidad de basura que tanto contamina.
Fuentes: almanac.com, firstforwomen.com.