El mundo de la música es maravilloso y esta ha hecho parte del ser humano desde siempre. Ella es la compañera para cada ocasión, sentimiento, celebración y ahora la ciencia está comprobando que tiene numeroso beneficiosos.
Personalmente amo la música, ella me ha acompañado siempre y, como todos, mis preferencias han cambiado a lo largo de la vida determinadas por la etapa que estaba atravesando y por mis estados de ánimo.
Hace tiempo quería escribir sobre este tema, aún más con los muchos beneficios que he encontrado en la información que he ido recopilando y que hoy les presento.
Investigaciones
Se han realizado muchos estudios e investigaciones en torno a la música y se ha encontrado que tiene un estimulo directo sobre el campo perceptivo del cerebro, que estimula la actividad del cerebro en diferentes áreas al mismo tiempo y que promueve el movimiento.
La música es estructural, o sea que existe una relación entre una nota y la siguiente, por lo tanto con una sola nota el cerebro anticipa las que siguen gracias a circuitos cerebrales.
En base a lo anterior, recomiendan escuchar música o tocar algún instrumento para ejercitar el cerebro, al igual que retarlo escuchando música diferente a la habitual, ya que esto lo va a forzar a entender el nuevo sonido.
Con respecto al movimiento, al escuchar una melodía, muchas veces sin ser conscientes, empezamos a mover partes del cuerpo, lo mismo pasa al ir caminando y al escuchar música nuestro cuerpo se sincroniza y se mueve acorde a ella.
Al escuchar música se libera menos cortisol, la hormona del estrés, y se libera dopamina, que tiene un gran efecto en el estado de ánimo.
Entre sus efectos en la salud están:
- Mejora el sueño y la memoria
- Reduce la presión sanguínea, la ansiedad, el dolor
- Ayuda a hacer el ejercicio de manera más efectiva
- Estimula la creatividad y las aptitudes del pensamiento
- Aumenta la motivación
- Promueve la interacción social
Escuchar música clásica, instrumental y sus similares facilitan el flujo en el cerebro lo cual sirve para relajarse, por lo tanto luego de un evento estresante puede ayudar al sistema nervioso a recuperarse más rápido.
Por otra parte, las melodías tristes y nostálgicas pueden incrementar los síntomas de la depresión, en estos casos se debe tener cuidado con lo que se escucha.
Claro está que todos reaccionamos de una manera distinta a la misma música, lo que para unos puede ser relajante puede no serlo para otros. Cada uno la vive desde su propia percepción o sensibilidad y dependiendo de sus gustos.
Investigaciones recientes han encontrado que una melodía despierta emociones similares en las personas como es el caso de los himnos nacionales de los países, las canciones de amor, las canciones de cuna, etc.
En los niños la música es una excelente herramienta durante tiempos de transición, ya que reduce el estrés y les ayuda a crear vínculos.
Una encuesta halló que las personas que escuchan música reportan niveles más bajos de depresión y ansiedad, y cuando los adultos cantan juntos sienten menos soledad.
La música tiene algo de magia, ya que al escuchar melodías de otras épocas nos transportamos a esos momentos y volvemos a experimentar los sentimientos asociados con una persona, un acontecimiento, un lugar.
Hace unos días una amiga me envió un mensaje que decía que “a veces nuestras canciones favoritas suelen contar una parte de nuestra historia” y es cierto.
Con todos los beneficios que aporta la música, quienes no la escuchan ya tienen suficientes motivos para hacerlo.
Si desean ampliar el tema les recomiendo leer este artículo con información muy interesante https://www.eltiempo.com/salud/cual-es-el-efecto-de-la-musica-en-el-cerebro-365688.
Además de los beneficios ya mencionados, existen otros para la salud que conoceremos la próxima semana.
Fuentes: verywellmind.com, gethealthystayhealthy.com, hopkinsmedicine.org, childrens.com, aarp.com, el tiempo.com.