La palabra mascota se viene usando desde hace mucho tiempo y se define como “animal doméstico que le pertenece a una persona” y su origen en español proviene de una palabra francesa que significa amuleto, tal vez por ese motivo se le veía como una posesión y no como el ser vivo que en realidad es, de ahí que cada vez más personas están cambiando ese término por animal de compañía y el de amo por su humano, sin embargo al conocer un poco más acerca de la palabra se descubre una verdad que hoy en día se ha comprobado.
Desconozco si la palabra mascota tiene el mismo significado en otros idiomas, aunque al parecer en la mayoría tiene el mismo origen, a diferencia del inglés que es pet y en este caso proviene de la palabra “petty” que significa pequeño, que en un principio se usaba para niños malcriados y luego se le transfirió a los animales.
Su origen en español, como ya lo mencioné, proviene del francés “mascotte” que significa amuleto, ya que se les atribuía traer buena suerte y alegría a los hogares, además de ser una influencia positiva sobre los humanos, algo que ahora está comprobado, ya que jugar con los animales de compañía incrementa la dopamina y la serotonina, unas hormonas que libera el cerebro que nos relajan y nos hacen sentir felices.
En relación con lo anterior, estudios sugieren que los niños que conviven con animales de compañía antes del primer año de vida son menos propensos a desarrollar alergias a estos animales, además niños que tienen perro son menos probables de sufrir de ansiedad y, como si fuera poco, se ha documentado que personas mayores de 65 años que tienen animales de compañía visitaron 30% menos al doctor que quienes no los tienen.
Los primeros animales domesticados por los humanos fueron los perros hace mas de 10.000 años, convirtiéndose luego en mascota, le siguieron gatos, caballos, aves de corral, canarios, loros, conejos, peces y más recientemente hámsters, conejillos de indias, hurones y hasta cerdos.
Como se pudieron dar cuenta la palabra mascota fue la forma que encontraron en su época para describir el bienestar que aportan estos animales, no lo sabían explicar y por eso le atribuían poderes mágicos y en parte tenían razón, porque una de las habilidades que tienen estos animales que conviven con nosotros, es que saben leer nuestras emociones y estados de ánimo y hacen todo lo posible por ayudarnos a sentirnos bien, por lo tanto sin importar como se les llame merecen respeto y una vez los invitamos a formar parte de nuestras vidas debemos cuidarlos y darles tanto amor como el que ellos nos brindan sin ningún otro interés que nuestra felicidad.