Envejecer no debería ser sinónimo de soledad y asilamiento social, sin embargo, para muchos adultos mayores esta es una realidad.
Decidí escribir sobre este tema al ver, en días recientes, un reportaje acerca de cómo las ancianas en Japón están cometiendo delitos para que las envíen a la cárcel y así evitar la soledad.
Algunas de esas cárceles ahora se parecen más a un hogar de ancianos, tanto que hay reclusas que han obtenido títulos relacionados con el cuidado de ancianos.
Envejecer
En estos tiempos envejecer es diferente a como era tiempo atrás cuando las personas mayores estaban destinadas a quedarse en casa y cuidar de los nietos.
Ahora las personas mayores son más activas y están involucradas en asuntos que las mantienen ocupadas.
Sin embargo, existen personas para las cuales envejecer es una desgracia y hacen de esa etapa de la vida una muy triste y sombría.
La vida que vivimos depende únicamente de nosotros, por lo tanto debemos prepararnos para afrontar el pasar de los años de la mejor manera posible.
Para lo anterior los neurólogos recomiendan hacer ejercicio y ser socialmente activo para prevenir los problemas de memoria y las enfermedades relacionadas con esta.
Soledad y aislamiento social
En un artículo de National Institute on Aging (Instituto nacional sobre el envejecimiento de Estados Unidos) dicen que hay diferencia entre soledad y aislamiento social, aunque están relacionadas.
Según este artículo, “soledad es la sensación angustiante de estar solo o separado de los demás”, mientras que “aislamiento social es la falta de contactos sociales y tener pocas personas con quien interactuar regularmente”.
Las personas mayores pueden enfrentar la soledad cuando sus hijos hacen su vida, viven lejos y no los visitan, al separarse o enviudar o debido a enfermedades que los obligan a permanecer en sus hogares.
En cuanto al aislamiento social puede darse al perder familiares y amigos y no buscar nuevas amistades.
Riesgos para la salud
Adultos mayores que viven en soledad o se asilan tienen mayores probabilidades de ver afectada su salud física y mental.
En estos casos tienden a no hacer ejercicio, a fumar o beber mucho y pueden tener problemas para dormir con lo cual se aumenta el riesgo de sufrir enfermedades físicas como:
– Enfermedades del corazón
– Presión arterial alta
– Diabetes
– Afecciones pulmonares crónicas
– Sistema inmune débil
– Muerte prematura
En cuanto a las enfermedades mentales están:
– Problemas para pensar y concentrarse
– Estrés
– Depresión
– Ansiedad
– Deterioro cognitivo
– Demencia y demencia por Alzheimer
Salud física
Eso que siempre escuchamos de “mente sana en cuerpo sano” es una realidad y se refiere a comer sano, actividad física, dormir bien, limitar el consumo de alcohol y visitar al médico con regularidad.
Actividad física. Mantenerse en movimiento encontrando formas de ejercitarse para prevenir la disminución de la función muscular.
Lo recomendado es, por lo menos dos horas y media cada semana, ya sea:
1. Caminando solo, con un amigo o uniéndose a un club para hacerlo en grupo.
2. Practicando yoga.
3. Usar las escalas en lugar del ascensor.
4. Pasear al perro.
Dieta. Otra parte fundamental para la salud física y vas a encontrar una guía completa sobre este tema en https://www.nia.nih.gov/espanol/alimentos/alimentacion-saludable-personas-mayores.
Salud mental
La salud mental es importante en todas las edades, pero es de vital importancia al envejecer, debido a que impacta la función cognitiva.
La soledad y el aislamiento afecta directamente la salud mental de los adultos mayores ocasionándoles dolor emocional.
Al perder el sentido de conexión y de comunidad pueden ver el mundo de manera diferente.
Cómo contrarrestar la soledad y el aislamiento
Lo principal es mantenerse positivo, la negatividad hace que todo parezca peor de lo que en realidad es.
Otros puntos son:
1. Interactuar con familiares y amigos. Se puede tomar ventaja de los adelantos tecnológicos para mantener la comunicación aún con aquellos que vive lejos o que por cualquier circunstancia no se pueden visitar.
2. Practicar actividades que se disfruten. Estudios realizados han demostrado que aquellos adultos mayores que dedican por lo menos una hora diaria a leer o en otros pasatiempos, tienen menor riesgo de demencia.
3. Actividades al aire libre. El contacto con la naturaleza brinda muchas ventajas, entre ellas el sol por la vitamina D (recordando aplicarse bloqueador solar), respirar aire y disfrutar del paisaje.
4. Participar en actividades grupales. Pertenecer a un coro de adultos mayores puede reducir la soledad y aumentar el interés en la vida. Lo mismo aplica para la danza, música, baile, ejercicios.
5. Inscribirse a clases. Esta comprobado que el cerebro hace nuevas conexiones cada que aprende algo nuevo, sin importar la edad. Por lo tanto inscribirse y asistir a clases de baile, cocina, arreglos florales, jardinería, tejidos, aprender a tocar un instrumento o sobre tecnología son buenas opciones.
6. Adoptar un animal de compañía. Otro estudio mostró que tener un animal de compañía o tener contacto regular con ellos, da como resultado una mejor función cognitiva. Si se trata de un perro puede mejorar la función física al tener que sacarlo a pasear.
7. Salir de casa. Una caminata por el vecindario estaría bien y mejor si es en compañía, ir a un museo, al cine, a un evento deportivo o a un nuevo restaurante, visitar la biblioteca, entre otros.
8. Voluntariado. Ocuparse de otros da una sensación de ser útil, de estar en la posición de ayudar y le da sentido a la vida. Por lo tanto ser voluntario tiene muchas ventajas.
En https://www.naturalessentia.com/2024/08/23/salud-cerebral-en-personas-mayores/ más información sobre algunos de estos temas.
Agradecimiento
Un punto fundamental en todas las edades de la vida es sentirse agradecido por todo lo vivido, lo que se tiene, lo que no y por todas las bendiciones que se reciben a diario.
Por lo tanto, tener una vejez agradable depende de ser positivo, agradecido, ejercitar el cuerpo, la mente y de socializar.
Fuentes: nia.nih.gov, agec.uams.edu.