La memoria olfativa se relaciona con los aromas y cómo el cerebro los evoca, también con el aprendizaje y las enfermedades neurodegenerativas.
El olfato es el sentido más antiguo, por medio de él los seres vivos han buscado alimento, escapado de amenazas, marcado territorios y se han reproducido. Sin embargo, ha sido uno de los sentidos del ser humano más ignorado.
Es el sentido más expuesto al exterior, ya que el sistema olfativo va directo de la nariz al cerebro y está conectado con nuestros recuerdos emocionales.
Existe un término conocido como el efecto Proust que toma su nombre del escritor francés Marcel Proust quien, en su obra “En busca del tiempo perdido”, explicó como un aroma tiene el poder de despertar recuerdos y emociones.
Memoria olfativa
La memoria olfativa es un fenómeno donde la mente guarda, a largo plazo, los olores que evocan emociones y recuerdos, siendo más intensos y duraderos que las imágenes o los sonidos.
El olor va directo desde la nariz hasta el bulbo olfatorio en el cerebro, luego va hacia la amígdala (la que procesa las emociones), y al hipocampo (encargado del aprendizaje y la memoria) convirtiendo los recuerdos recientes en duraderos.
La memoria olfativa posee la capacidad de almacenar recuerdos intensos y duraderos, por lo que ciertos olores pueden desencadenar recuerdos vívidos e inmediatos de experiencias personales y emocionales de la infancia, personas o lugares.
Será por eso que cerramos los ojos al percibir olores que nos hacen recordar.
Según estudios realizados, que dicho sea de paso solo iniciaron en el siglo XX, la memoria olfativa se empieza a desarrollar antes de nacer, es por eso que los bebés reconocen el olor de su madre.
Otros estudios recientes descubrieron que el ser humano puede identificar hasta un billón de olores diferentes. Además los olores, adicional a despertar recuerdos, influyen en el estado de ánimo.
Aromas y aprendizaje
Un experimento llevado a cabo en Argentina demostró que asociar un aroma con el aprendizaje puede mejorar la retención de la información.
El reporte sobre este experimento en https://www.infobae.com/educacion/2022/06/28/un-experimento-argentino-revelo-un-curioso-estimulo-que-mejoraria-la-memoria-de-los-alumnos/.
Enfermedades neurodegenerativas y el olfato
Como el olfato está vinculado con la memoria, la perdida de este (llamada anosmia) puede tener repercusiones en la habilidad de recordar experiencias y eventos.
Las personas que padecen anosmia pueden experimentar sentimientos de aislamiento y desconexión con su entorno.
Esto me lleva a pensar en las personas que durante la pandemia perdieron los sentidos del olfato y del gusto, lo que junto con el encierro y el cambio de vida, pudo conllevar a los problemas de salud mental.
Por otra parte, el Parkinson y el Alzheimer son enfermedades neurodegenerativas que están relacionadas con la disminución y pérdida del olfato.
Marketing olfativo
En el área del marketing también utilizan la memoria olfativa para influenciar las emociones de los clientes y llevarlos a comprar.
Algunos ejemplos:
1. Los aromas agradables invitan a los clientes a entrar a un negocio y quedarse por más tiempo, con lo cual realizan más ventas.
2. Un negocio con aroma propio hace que los clientes lo asocien con la marca y muy posiblemente vuelvan a comprar.
Es verdad que hay olores que nos transportan en el tiempo a lugares, personas y sentimientos, alegrándonos o llenándonos de nostalgia.
Sabemos que todos nuestros sentidos tienen una función especial, pero quién se iba a imaginar que el olfato tuviera una tan particular.
Fuentes: infobae.com, aromasdeandalucia.com, ambiseint.com, aromasfenpal.com.