La tecnología hace parte de nuestra vida diaria y es útil en muchos aspectos, sin embargo, nos puede distraer e impedir apreciar la belleza que nos rodea.
En este caso específico se trata de un viaje en tren entre Nueva York y Connecticut. Por lo tanto, con tu permiso, en esta oportunidad hablaré en primera persona para compartir contigo algunos pensamientos.
La semana pasada, por asuntos personales, estuve en la ciudad de Nueva York y mientras regresaba a Connecticut llegaron a mi mente muchas ideas.
Primero pensé en las estaciones ferroviarias que son antiguas, hermosas y llenas de historia. Luego en cómo la tecnología nos facilita las cosas y de paso ayuda al medio ambiente.
Una vez en el tren empecé a observar las personas a mi alrededor y a través de las ventanas pude ver la contaminación causada por personas irresponsables.
Vivimos en un mundo dual donde todo tiene dos aspectos diferentes o contrarios y la tecnología no se escapa de ello.
Tecnología
La tecnología tiene un aspecto bueno que nos sirve y ayuda, pero a la vez tiene otro no tan bueno.
Aspecto bueno
En el caso de los trenes y otros medios de transporte existen aplicaciones que permiten cargan los boletos en tu celular, ya sea para el tren, avión o barco, ayudan a la naturaleza.
Ayudan a reducir el uso de papel y de tinta al mismo tiempo que ahorran tiempo al no tener que buscar el sitio o la máquina expendedora de boletos ni hacer filas.
Aspectos menos buenos
En cuanto a los aspectos menos buenos está toda la atención que le dedicamos a la tecnología perdiéndonos la oportunidad de disfrutar las cosas sencillas de la vida.
Al mirar a mi alrededor vi como la mayoría de personas estaban concentradas en su celular, algunas leían y otras dormían.
A medida que el tren avanza por la ciudad de Nueva York y por los pueblos del recorrido se puede disfrutar la arquitectura que en ocasiones mezcla lo antiguo con lo moderno.
En esta época del año el colorido del paisaje es sencillamente espectacular y observarlo relaja y llena de energía, entonces ¿por qué preferir una pantalla de celular en lugar de disfrutar de la belleza de la naturaleza?.
Confieso que también caí en la trampa de la tecnología, pues por estar pendiente de tomar una foto, perdí la oportunidad de observar algo que estaba sucediendo.
Me perdí admirar los disfraces de unas jovencitas que iban a alguna fiesta de Halloween y cual desfile estaban pasando de un vagón al otro.
La foto que estaba tratando de tomar era de la basura que arrojan cerca de los rieles, sin embargo, no la pude tomar debido a la velocidad del tren.
Entre otras cosas vi papeles, botellas de plástico, vidrio, latas, juguetes, neumáticos de autos y hasta una pantalla de computador muy vieja.
No comprendo por qué dejan esos objetos en estos sitios en lugar de donarlos, arrojarlos a la basura o llevarlos a donde los desechan de manera segura.
Todo esto, además de contaminación ambiental es contaminación visual, si puede llamarse así, puesto que afean el paisaje.
Volviendo a los pasajeros del tren, puede ser que para la mayoría el recorrido sea parte de su rutina, por eso dicen: “Mira con los ojos del turista, que ven belleza donde todos ven rutina”.
Para finalizar te comparto un dato interesante acerca de las vías del tren.
Piedras en las vías del tren
¿Sabías qué las piedras en las vías del tren tienen un propósito? Reciben el nombre de balasto ferroviario y se compone de pequeños fragmentos de basaltos, cuarcitas y granitos de entre 3 y 7 centímetros.
Dichas piedras distribuyen la carga de los rieles y trenes con lo cual se evita la deformación del suelo y se reduce el riesgo de descarrilamiento.
Otra de las funciones del balasto es absorber y disipar las vibraciones generadas por el movimiento de los trenes para que no se propaguen a largas distancias. Además facilita el drenaje del agua para prevenir inundaciones en la vía.
Algo nuevo que aprendimos acerca de este medio de transporte tan popular en muchos países.