El lábrido limpiador pertenece a la familia de peces lábridos y, como lo dice su nombre, su principal función es limpiar.
Antes de empezar hay que hablar de los peces lábridos en general. Su nombre proviene del latín “labrum” que significa labio o boca, ya que tiene labios gruesos.
Esta familia consta de más de 600 especies divididas en 9 grupos o tribus.
Características de los lábridos
Son tan variados que su tamaño va de 5 cm a 2 metros con cuerpos largos y esbeltos, colores vivos, labios gruesos, dientes fuertes, escamas lisas y aleta anal.
Sus dientes son parte de la mandíbula y esta los proyecta hacia afuera cuando necesita atrapar alimento.
Los colores de los lábridos varían entre amarillo, naranja, verde, azul, blanco, rojo, gris y purpura en contraste con barras y rayas. Estos son determinados por edad, género y hábitat.
En los lábridos la hembra más grandes pueden convertirse en machos ante la muerte del macho dominante y al hacerlo cambia de color.
Son peces diurnos y agresivos ante otros peces que entran a su territorio.
La mayoría de los peces de esta especie nadan rápido utilizando muy poca energía.
Habitan en aguas tropicales y subtropicales de los océanos Índico, Pacífico y Atlántico.
Se alimentan de cangrejos, caracoles, gusanos, camarones y erizos de mar.
Lábridos limpiadores
Existen 5 especies de lábridos limpiadores, cuyo tamaño máximo es de 11 cm, y tiene una franja color azul marino a lo largo del cuerpo.
Habita en arrecifes coralinos donde tiene su “estación de limpieza” para eliminar parásitos, mucosidad, escamas dañas y muertas de otros peces, tiburones, mantas y tortugas.
Estaciones de limpieza
La “estación de limpieza” se establece en una parte del arrecife donde el lábrido limpiador trabaja solo, en pareja o en grupo.
Para anunciar sus servicios nada con movimientos de arriba abajo moviendo la cola de forma rítmica.
Los “clientes” se quedan en quietos con las aletas en posición vertical o extendidas. Muchos de ellos son sus depredadores, sin embargo, hacen una tregua y no les hacen daño.
Los peces limpiadores limpian las branquias e incluso dentro de la boca.
Esto es todo un ritual y los interesados esperan su turno para ser limpiados.
Con este servicio los peces limpiadores consumen más de 1.000 parásitos al día.
Beneficios de la limpieza
Un pez con parásitos va a tener problemas de aprendizaje, de ahí la importancia de la limpieza.
Por lo tanto, los peces que acuden a las “estaciones de limpieza” tienen beneficios como:
1. Crecen más rápido y alcanzan mayor tamaño.
2. Mejoran la capacidad de aprendizaje.
3. Reducen el nivel de estrés.
Algunas veces el lábrido limpiador muerde un poco más fuerte y arranca un poco de piel del “cliente”, pero lo compensa con un masaje por toda la aleta.
Muerde más duro para poder conseguir un poco de la mucosidad de la piel de los peces, ya que la protección solar la obtiene de la dieta. Esto le ayuda a prevenir daños ocasionados por los rayos UV, porque al vivir a poca profundidad en aguas tropicales lo alcanzan los rayos del sol.
En cuanto al masaje, los científicos han notado que las hormonas del estrés en la sangre de los peces descienden luego de un masaje.
Capacidades del lábrido limpiador
Este pez es impresionante por varios motivos, además de los ya mencionados.
1. Da indicios de capacidades cognitivas avanzadas.
2. Aprende cuáles peces viven en territorios pequeños que no cuentan con “estaciones de limpieza”.
3. Sabe que los peces que muerde se molestan, pero de todas formas volverán porque lo necesitan.
4. Puede percibir la motivación de otros peces.
5. Se reconocen frente al espejo
Importante para los arrecifes
Estudios científicos han comprobado la importancia del lábrido limpiador en la salud de los arrecifes.
En los arrecifes donde estos peces tienen sus “estaciones de limpieza” la diversidad, la salud y el tamaño de los peces es mayor.
Desafortunadamente está bajo amenaza al ser uno de los peces marinos más capturados para venderlos a los acuarios.
Es fascinante ver como en la naturaleza todo tiene un propósito y comprobar que todos los seres vivos reaccionamos de igual manera a los buenos tratos, sin importar la especie o el tamaño.
Hay un estudio de la Universidad de Montreal acerca del tema de los parásitos en los peces y el lábrido limpiador. Si te interesa lo puedes leer en
www.ecoticias.com/naturaleza/181589_peces-limpios-peces-inteligentes.
Fuentes: a-z-animals.com, issuu.com, ecoticias.com, vistaalmar.es.