Visitar al veterinario para los animales de compañía es tan importante como para nosotros ir al doctor, por lo tanto, se debe tratar que sean lo más calmadas posibles.
Estas visitas se hacen para que les apliquen sus vacunas, ciertos procedimientos o en casos de emergencia. Sin embargo, para la mayoría de los animales de compañía y algunos de sus humanos es algo traumático.
Cuando llega el día de ir al veterinario algunos animales de compañía enloquecen, se vuelven agresivos, lloran, se orinan, para hacerlas lo mas calmadas posible para todos los involucrados los expertos ofrecen sus recomendaciones.
Recomendaciones para el humano
Empezamos con el humano, ya que su nerviosismo es percibido por sus animales de compañía afectándolos también a ellos.
1. En lo posible hacer la cita para un día y una hora que no haya muchos pacientes, evitar citas temprano en la mañana, en la noche o los sábados.
2. Dejarle saber al personal si él o ella es muy nervioso o se estresa demasiado en estas visitas para que ellos estén preparados y lo traten con cuidado.
3. Llegar únicamente con unos minutos de anticipación a la cita. Si se inquieta o se pone nervioso en la sala de espera con personas, otros animales, olores, sonidos pedir que lo pasen al consultorio lo más pronto posible.
Otra opción es dejarle saber al personal que se presentó para la cita, pero va a esperar en el auto o en un lugar cercano y pedir que le llamen cuando sea el tiempo de pasar con el veterinario.
4. Los animales son muy sensibles a las emociones de sus humanos, entonces debe estar lo más tranquilo posible.
5. Mientras están en la sala de espera lo mejor es colocarse entre su animal y otros que estén agitados para evitar tensiones entre ellos.
6. Si es la primera visita a ese veterinario se debe llevar la copia de la historia clínica.
7. Estar atento a la forma en que el veterinario(a) trata a su animal de compañía y como este reacciona.
8. Tomar nota de las indicaciones del veterinario, asegurarse de entender todas las instrucciones y las dosis de medicamentos, en caso de ser prescritos.
9. Si se prefiere que el veterinario los visite en casa, preguntar si cuentan con ese servicio o si pueden recomendar a alguien que lo haga.
10. Cuando lleguen a casa dejarlo descansar.
Consejos para los animales de compañía en general
1. Por lo menos una vez a la semana jugar al “doctor” con él o ella, por ejemplo tocarle el estómago con las dos manos, revisarle el pecho, levantarle los labios para mirar los dientes y todo lo que le hace el veterinario, así además de que ellos estén familiarizados con estos procedimientos va a permitir detectar cualquier bulto o cambio en estas áreas.
2. El transportín debe estar al alcance del animal todo el tiempo, haciendo parte de la decoración, así no lo va a asociar con la visita al veterinario y estará más cómodo cuando lo pongan dentro de él.
3. Si siente miedo de los paseos en auto se debe llevar a dar paseos cortos, a lugares donde se divierta como un parque o la casa de alguien que el animal ama, así no va a asociar los paseos en auto con la visita al veterinario.
4. Hablar con el veterinario para llevar al animal de compañía de visita algunas veces antes de la cita solo para saludar, donde lo abracen y le den golosinas para que no asocie las visitas con algo malo y se sienta más cómodo.
5. Disminuir la estimulación en el auto, en el caso de los gatos mantener el transportín cubierto con una toalla o una cobija; en cuanto a los perros no dejarlos que saquen la cabeza por la ventana y sentarlo sobre una cobija en el piso enfrente del asiento del pasajero.
6. Llevarlo con hambre, así usted o el veterinario, si es necesario, la pueden “sobornar”, distraer o tranquilizar con una golosina.
7. Traer a la cita cualquier objeto que lo haga sentir más tranquilo como su juguete favorito, la golosina que le gusta, su cobija, esto es de gran ayuda especialmente si la cobija se coloca sobre la mesa donde lo examinan.
Perros
El estilo de vida de los perros facilita las visitas al veterinario, ya que les gusta estar afuera, los paseos en auto, son mas sociables, aunque esto no implica que a todos les guste.
Para algunos o muchos de ellos puede ser algo estresante, para hacerlo un poco más tranquilo:
– Llevarlo a dar una caminada larga o jugar con él o ella antes de la cita para que llegue cansado (a).
– Utilizar una correa corta para tener el máximo control y guardar un poco de distancia de otros perros que tal vez, también están estresados.
– Mientras esperan, acariciarlo y decirle que todo está bien.
Gatos
Las visitas al veterinario con gatos son un poco más complejas debido a que a muchos no les gusta cuando los colocan en el trasportín ni los paseos en auto ni estar en las salas de espera rodeados de extraños, tanto humanos como otros animales, pero siguiendo algunos pasos pueden ser menos traumáticas.
– Ya mencioné el hecho de dejar el transportín como parte de la decoración, pero se debe dejar abierto para que entren cuando quieran, además dejar juguetes y comida dentro de él, así en algún momento va a entrar y esto le permite asociar el trasportín con la comodidad del hogar.
– Empezar por llevarlo a dar paseos cortos en el auto de 5 o 10 minutos, pero debe estar dentro del transportín porque un gato suelto dentro del auto puede causar un accidente de tránsito. Luego incrementar la duración del paseo y llevarlo donde algún amigo o familiar y dejarlo suelto por la casa.
– Darle golosinas y elogiarlo cuando se lleva a los paseos en auto para ayudar a que lo asocien con algo agradable para ellos.
-Tratar de encontrar un consultorio veterinario exclusivo para gatos o donde tengan salas de espera separadas para gatos y para perros.
– Cortarle las uñas antes de la visita.
– Una hora antes de la cita acariciarlos, jugar con ellos para tranquilizarlos y hacer menos estresante el proceso.
– Forrar el transportín con una toalla y colocar un juguete o un poco de hierba gatera.
– Cubrir el transportín durante el viaje en el auto y en la sala de espera del veterinario.
– Mantener el gato dentro del trasportín, en una área tranquila de la sala de espera y, en lo posible, lejos de otros animales.
– Como algunos gatos se rehúsan a salir del transportín la solución es comprar uno al que se le remueve el techo, de esta manera el veterinario lo puede revisar sin necesidad de sacarlo de allí.
La próxima vez que debas llevar a tu animal de compañía al veterinario pon en práctica estas recomendaciones para que sean lo más calmadas y placenteras posibles, dejando atrás el estrés ocasionado por estas visitas.
Fuentes: mypet.com, healthypets.com, angelparkwaypethospital.com, wikihow.com, thesprucepets.com, vetstreet.com.