Las islas Galápagos o el Archipiélago de Colón están a 1.000 kilómetros de la costa Pacífica de Ecuador y son el hogar de una variedad de especies inusuales.
Están conformadas por 13 islas grandes, 6 pequeñas y más de 40 islotes pequeños que constituyen uno de los ecosistemas más ricos del mundo.
Los nombres de algunas de estas islas son: Isabela, Santa Cruz, Fernandina, Santiago, San Cristóbal, Floreana y Marchena.
Las islas son de origen volcánico cuyas erupciones las han hecho emerger y debido a la frecuencia de ellas algunas de las islas siguen creciendo y cambiando su forma.
En una erupción del 2009 se extendió la línea costera de una de las islas. Sin embargo, otras que carecen de esta actividad se están erosionando y con el tiempo quedarán sumergidas nuevamente bajo el océano.
Las islas Galápagos se volvieron famosas luego de la visita de Charles Darwin en 1835, la cual lo llevó a su teoría de la selección natural.
Cada una de las islas tiene especies de plantas y animales que son endémicas, o sea que solo se encuentran allí, y no se encuentran en ninguna otra parte del mundo, incluso en ninguna otra isla del archipiélago.
La supervivencia de muchas de las especies que habitan estas islas es debido a que no tienen depredadores y a la abundancia de alimento.
Hay varias especies de animales y plantas que merecen verlas un poco más detalladamente.
Tortugas gigantes
El animal emblemático de las Islas Galápagos es la tortuga gigante que puede llegar a medir hasta 2 metros de largo, pesar 400 kilos y vivir hasta 150 años.
La tortuga verde de Galápagos es una subespecie que también vive exclusivamente en estas islas.
Iguanas marinas
Es la única especie de iguana que aprendió a nadar, ya que para alimentarse en algunas de las islas solo había algas pegadas a las rocas o bajo el agua.
Para este propósito:
1. Se debieron adaptar transformando su sistema respiratorio para sumergirse en aguas profundas y su sangre evolucionó para contener más oxígeno.
2. Sus dientes se volvieron más afilados para cortar las algas de las rocas.
3. Desarrollaron garras largas para aferrarse a rocas resbaladizas bajo el agua.
4. La cola se volvió aerodinámica para poder dirigir los movimientos mientras nada.
5. Un hocico más plano le proporcionó un mejor acceso a las algas que están pegadas a las rocas.
6. Las glándulas en sus fosas nasales le ayudan a desalinizar luego de nadar.
7. Su piel se hizo más oscura para poder absorber mejor el calor del sol para mantenerlas tibias en las aguas frías del Pacífico.
Cormorán
El caso del cormorán es muy particular, ya que perdió la habilidad de volar.
Los primeros cormoranes llegaron a las islas Isabela y Fernandina cuyas aguas les proporcionaban abundante alimento y al no tener depredadores en tierra la acción de volar se volvió innecesaria.
Así como la iguana evolucionó para nadar, el cormorán se convirtió en un excelente buceador con alas pequeñas y patas fuertes.
Piquero patas azules o pájaro bobo de patas azules
Este ave de vistosas patas azules es otra habitante de las Islas Galápagos. Los conquistadores españoles le dieron el nombre de pájaro debido a la forma en que camina.
El color de sus patas proviene de su alimentación a base de peces, ya que no pueden procesar los pigmentos carotenoides y estos se concentran en las patas. Si las patas no están tan azules es señal de mal nutrición.
Sus patas se vuelven azules al llegar a la madurez y a las hembras les atraen los machos que tienen un azul más intenso, puesto que significa que están saludables.
El ritual de cortejo lo inicia el macho elevando sus patas, zapateando y elevando su pico hacia el cielo, dando vueltas alrededor de la hembra y emitiendo un silbido agudo. Si logra impresionar a la hembra esta lo toca con su pico e inician un baile, el uno al lado del otro, levantando sus patas al unísono.
Puede que el piquetero patas azules se vea torpe en la tierra, sin embargo, en el aire y el mar tienen grandes habilidades. Su alimento preferido son las sardinas, caballas y anchoas, las cuales puede ver desde unos 24 metros de altura.
Una vez localiza su presa, lleva sus alas hacia atrás, inclina su cuerpo de forma casi vertical y se zambulle en el agua hasta un metro, a una velocidad de hasta 96 kilómetros por hora.
En su cráneo tiene bolsas de aire que lo protegen del impacto contra el agua y para poder ir bajo el agua, sin riesgo, sus fosas nasales están selladas de forma permanente.
Además de zambullirse pueden posarse en el agua a la espera de los peces y a veces capturan peces voladores en el aire.
Como es tanto lo que hay sobre las islas Galápagos continuaré con el tema la próxima semana.
Fuentes: britannica.com, fun-facts.org.uk, happygringo.com, tcsworldtravel.com.