La avena se originó en Asia Central, era considerada una mala hierba del trigo y la cebada, por lo cual era usada como comida para el ganado, de ella existen más de 50 variedades.
Este cereal es el desayuno de muchas personas por su contenido de fibra, minerales, grasa y proteínas.
Su duración depende de su almacenamiento, por lo cual se debe minimizar su exposición al oxigeno y la luz, guardarla en un lugar fresco y seco. Luego de abrir su empaque se debe envasar en recipientes herméticos de cerámica, vidrio o acero inoxidable.
La avena cocinada se debe guardar en un recipiente de cierre hermético, en el refrigerador o el congelador hasta el momento de ingerirlo.
Hay varios campos en los cuales se presenta como solución a ciertas situaciones y para facilitar algunas tareas.
Neutraliza olores. Es una muy buena opción para neutralizar malos olores en:
– Nevera. solo hay que colocar una taza con este cereal dentro de ella.
– Baño. Se sigue el mismo procedimiento anterior.
– Ceniceros. Un poco en el fondo de los ceniceros atrapa el olor a cigarrillo.
– Tenis. Se esparcen directamente en del calzado o dentro de una la parte del pie de una pantimedia y se deja toda la noche.
Absorbe derrames. Cuando se derrama aceite o cualquier otro alimento en la cocina se vierte avena sobre él, se espera 10 minutos para luego retirarla.
Al utilizar avena en lugar de otros ingredientes, en las recetas, se reducen las calorías, grasa, sodio, además agrega fibra.
Reemplaza al pan molido. Se puede usar para albóndigas, rollo de carne o cubierta de pan. Por lo general se agrega 1/8 o ¼ de taza de avena por cada libra de carne molida. Si se mezcla con hierbas sin sodio quedará más gustoso.
Sustituye a la harina. Para una receta sin gluten se reemplaza la mitad o toda la harina por avena, solo hay que llevar la avena al procesador hasta que quede como un polvo suave.
Espesa sopas. Una solución fácil y con fibra para espesar sopas es agregar avena, revolver y dejar hervir a fuego lento por 5 minutos. Se agrega de a cucharadita hasta logar la consistencia deseada.
Además de los usos anteriores tiene otros igual de útiles.
Plastilina. Una forma de entretener a los niños es con plastilina hecha con 1 taza de avena, ½ taza de agua y 2/3 de taza de harina, si se desea se puede agregar unas gotas de colorante para alimentos. Se puede dejar sin color para que hagan sus creaciones y pintarlas cuando sequen.
Sartenes de hierro fundido. La limpieza de alimentos pegados se facilita al rociar 2 cucharadas de avena sobre el sartén, agregar un poco de agua y restregar.
Una vez más descubrimos como un producto puede suplir a otros, reduciendo así el uso de químicos y en algunos casos sacándonos de apuros.
La próxima semana veremos las aplicaciones de la avena en la belleza y el bienestar.
Fuentes: foodandnutrition.org, 719woman.com, foxnews.com, healthline.com.