Salsa de tomate en lugar de químicos, ya que gracias a sus componentes puede reemplazar productos para dar brillo, aliviar picaduras, eliminar óxido y solucionar algunos inconvenientes de manera natural.
Primero conozcamos un poco sobre su historia. Su industrialización inició en 1876 en Estados Unidos, pero la salsa de tomate empezó a hacerse en China como una salsa de pescado. Luego, con tomates llevados de América, los españoles hicieron salsa de tomate y su uso se extendió a Italia y otros países.
La salsa de tomate en lugar de químicos se puede emplear para:
– Mejorar la funcionalidad de llaves que se han empezado a oxidar, para esto se frotan con ella hasta disolver el óxido, después se enjuaga con agua tibia.
– Marinar carnes, ya que la salsa de tomate es la base de muchos aderezos.
– Limpiar accesorios plateados como anillos, aretes, pulseras que se han vuelto negros. Esto se soluciona sumergiéndolos por cinco minutos en la salsa, luego se enjuaga y secan. Es importante no dejarlos mucho tiempo sumergidos porque se pueden dañar.
– Remover óxido de muebles de patio.
– Brillar las partes metálicas del auto al frotarlas con ella para luego enjuagar con agua y jabón.
– Dar brillo al cobre.
– Usar como mascarilla facial gracias a que contiene vitaminas y minerales que ayudan al crecimiento de colágeno y a reparar los daños causados por el sol.
– Recuperar el color del cabello teñido afectado por un día de sol o después de nadar en la piscina. Solo hay que aplicarla sobre el cabello limpio, dejarla por 20 minutos y enjuagar.
– Aliviar la inflamación producida por picaduras de insectos.
Son sorprendentes todos los usos que se le pueden dar a la salsa de tomate y así reducir el uso de químicos tan dañinos para el medio ambiente.
Ya saben, la próxima vez que se presente cualquiera de estas situaciones, solo tienen que ir a la cocina para encontrar la solución.
Fuentes: simplyshellie.com, yours.co.uk.