El abrazo verde, que consiste en abrazar un árbol, tiene beneficios para la salud física y emocional, ya que el contacto con estos seres vivos incrementa los niveles de las hormonas de la felicidad.
Los árboles nos proporcionan aire limpio, sombra, embellecen el paisaje y se ha demostrado que en zonas urbanas con espacios verdes hay menos crímenes.
El contacto con la naturaleza tiene beneficios a nivel físico, mental y emocional, ya que al caminar por ella, además del ejercicio, apreciar la belleza de una flor, el canto de un pájaro, sentir la brisa en la cara mejoran el estado de ánimo y despejan la mente.
Estudios realizados acerca de los árboles encontraron que estos emanan vibraciones que nuestro organismo capta y nos equilibran a nivel biológico.
Lo anterior explica por qué el abrazo verde alivia la ansiedad, reduce la irritabilidad, mejora la concentración, elimina pensamientos negativos y nos ayuda a conectar con nosotros mismos.
Personalmente creo que si mientras abrazamos un árbol le expresamos amor, gratitud, admiración el beneficio es mutuo porque, como seres vivos, ellos también se nutren de esos sentimientos.
Hace muchos años leí que el inventor del polígrafo (detector de mentiras) lo conectó a unas plantas y al pensar que les iba a cortar algunas hojas, el aparato captó una reacción de ellas. A lo mejor de ahí surgió la idea de hablarles a las plantas, colocarles música, demostrarles amor.
Por todo lo ya dicho la próxima vez que vean un árbol, sin importar el tamaño, recuerden el “abrazo verde”, atrévanse a abrazarlo, para beneficiarse de sus vibraciones.
En lo posible sembrar árboles y tener plantas en el hogar para llenarlo de belleza, buena energía y armonía.
Siempre den ejemplo a sus hijos y a los demás cuidando, respetando y agradeciendo a la naturaleza por todo lo que nos brinda.