Empieza un nuevo año y con él vienen las resoluciones que nos planteamos para los siguientes 12 meses que, por lo general, giran sobre los mismos temas y que al cabo de un tiempo van quedando en el camino, tal vez por ser poco realistas y querer hacer cosas a las cuales no estamos acostumbrados o para las cuales se tiene poca disposición, por lo tanto sería bueno tener propósitos de bienestar que a su vez ayudan a cumplir los de principio de año y esto se logra creando un rincón de felicidad.
En un artículo de Maya Whitman leí sobre espacios sagrados, a los que llama “rincones de felicidad”, que son esos sitios que nos conectan con la alegría, lo positivo, nos recuerdan nuestros sueños o momentos hermosos que nos levantan el ánimo, nos dan fuerza para seguir adelante y se convierten en un alimento espiritual para tener al alcance en el momento que lo necesitemos.
Según la señora Whitman, los rincones de felicidad se pueden ajustar a la decoración del hogar o de la oficina, ocupan poco espacio y cumplen mejor su propósito al crearlos en lugares donde nos recuerden seguir nuestro corazón o nos ayuden a traer esa paz interior en días complicados; puede ser con algo simple en la mesa de noche, el escritorio o decorar el baño con arena de la playa de las vacaciones, colgar en la pared un elemento con un significado sentimental, una mesa con fotos de quienes se ama, cartas, etc.
En su artículo menciona que, en casa, un lugar ideal para un espacio sagrado es la cocina, cómo una forma de traer significado a nuestra relación con la comida, para esto se enciende una vela mientras se preparan los alimentos, se colocan flores cada semana y la foto de alguien quien nos alimentó en algún momento de nuestra vida.
Según la señora Whitman, la felicidad se puede cultivar con meditaciones activas, con rituales simples, incluidas las oraciones y cualquier forma de concentrarnos en el presente, siendo además una oportunidad de estrechar lazos con nuestro seres queridos, en especial con los jóvenes, al crear rincones de felicidad donde ellos puedan expresar una pasión, ya sea un hobby, deporte, música, arte.
Para complementar lo ya dicho, es bueno rodearnos de personas positivas para apoyarnos y animarnos mutuamente a alcanzar metas, a ver el lado amable de la vida, a disfrutar y valorar cada logro, por pequeño que este sea.
Ahora a buscar ese lugar donde crear el rincón de felicidad para conectarnos con lo que nos alegra y le da sentido a la vida.
Fuente: Artículo de Maya Whitman en la revista Natural Awakenings.
Muy buen post. Gracias por compartirlo.