El huevo es uno de los alimentos más completos por su gran valor nutritivo y aún cuando se consume en todo el mundo de diferentes formas, se desconocen unos datos interesantes y otros curiosos acerca de él.
Un huevo grande proporciona 6 gramos de proteína, al igual que vitaminas y minerales con solo 72 calorías. La clara contiene la mitad de la proteína, es baja en calorías y sin grasa, en cuanto a la yema esta contiene la mayoría de las vitaminas A, D y E, pero también el colesterol y la grasa, por lo que muchas personas no la consumen, sin embargo, por sus nutrientes, para la mayoría está bien comer un huevo completo al día.
¿Alguna vez te has preguntado a qué se debe que los huevos sean blancos o cafés? Es algo curioso porque esto depende del color de las plumas de la gallina en el área de las orejas, por lo tanto gallinas con plumas blancas o claras en esta zona ponen huevos blancos y gallinas con plumas cafés ponen huevos cafés, en ambos la composición es la misma.
En los empaques, en que vienen los huevos, se ven diferentes descripciones que son para dejar saber al consumidor las condiciones en que viven las gallinas que pusieron esos huevos. A continuación sus significados.
Aves criadas sin jaulas (Cage-free): Las gallinas que pusieron estos huevos tienen espacio suficiente para moverse y tienen acceso ilimitado a comida y agua.
Aves criadas en libertad (Free-range): Las aves están fuera de jaulas y tienen acceso continuo a espacio al aire libre durante su ciclo de puesta.
Sin hormonas añadidas: Los huevos no contienen hormonas.
Sin antibióticos añadidos o agregados: Las gallinas no reciben antibióticos a menos que estén enfermas y en tal caso esos huevos se retiran del consumo humano.
Los huevos se deben se guardan en la parte interna de la nevera, no en la puerta, de preferencia en el empaque en el que vienen para prevenir que se rompan o que absorban olores y sabores de otros alimentos fuertes; se deben utilizar en el transcurso de 3 semanas y ante la duda acerca de si un huevo está bueno o no lo está, se disuelven 2 cucharaditas de sal en una taza de agua fría y se coloca el huevo en el agua, si flota está viejo, si se hunde está fresco. Si se van a congelar completos se deben batir las claras con las yemas.
Muchas recetas solo utilizan las yemas del huevo, por lo que en lugar de desechar las claras las podemos congelar, hasta por 12 meses, para utilizarlas en el futuro, para este fin las claras se colocan en cubetas de hielo, las grandes en un espacio y las pequeñas dos por espacio; una vez estén sólidas se sacan de la cubeta y se guardan en bolsas con cierre adhesivo. Cuando se necesiten las claras de huevo, se retira la cantidad necesaria de la bolsa y se colocan en un tazón en el refrigerador por una noche, al día siguiente estarán listas para usarlas.
La forma para hacer huevos hervidos perfectos, aunque suene contradictorio, es no hervirlos, más bien se colocan en una olla y se agrega agua fría hasta una altura de 2.5 centímetros para luego llevarlos al fuego. Una vez que el agua empiece a hervir se retira la olla del fuego, se tapa y se dejan los huevos en el agua caliente, los medianos se dejan por 9 minutos, los grandes por 12 minutos y los extra grandes por 15 minutos.
Otras recomendaciones al momento de hacer los huevos hervidos son:
– Para que los huevos no pierdan la clara antes de ponerlos a cocinar se les hace un orifico con un alfiler en la parte más ancha del huevo donde se encuentra la bolsa de aire.
– Una pizca de sal al agua en el momento que empieza a hervir evita que la cáscara se cuartee.
– Antes de pelar los huevos se dejan en agua fría por un rato, luego se sacan, se colocan sobre la mesa y se ruedan con la ayuda de las manos, de esta manera la cáscara sale fácilmente.
Todos los días aprendemos algo nuevo y con estos datos ya sabemos más sobre el huevo y, lo más importante, formas de aprovecharlo sin desperdiciar.
Fuentes: eggsafety.org, webmd.com.