La Memoria se define como una función del cerebro por medio de la cual el ser humano puede adquirir, retener y almacenar información del pasado y recuperarla a voluntad. La memoria se puede ir perdiendo con el pasar de los años, debido a enfermedades, a causa de medicinas y el estrés, pero también existen factores a tener en mente para ayudar a mantenerla y mejorarla sin importar la edad.
Debemos tener claro el funcionamiento del cerebro para entender el tema de la memoria. El cerebro almacena la información por categorías, con hechos que se relacionan entre sí y por orden de importancia, entonces el cerebro tiene que decidir cuál es la información importante que vale la pena guardar, esto explica porque podemos olvidar algunos detalles después de vivir una infinidad de experiencias a diario, tal vez muchas de ellas fueron consideradas como de menor importancia por el cerebro.
Un dato que me pareció curioso es que al cruzar el marco de una puerta el cerebro lo percibe como el límite entre un espacio y otro, entonces separa lo que ocurre en el primer lugar y lo archiva como un evento separado. Esto explica algo que creo nos ha pasado a todos, mientras estamos en una habitación pensamos en ir a buscar algo en otra habitación y una vez allí se nos ha olvidado a qué íbamos, es un alivio saber que esos eventos no tiene nada que ver con pérdida de la memoria.
A veces la memoria nos puede jugar malas pasadas cuando no recordamos dónde dejamos las llaves, las gafas, esto se puede relacionar con la edad, pero puede pasar a cualquiera edad, en parte tiene relación con las carreras de la vida moderna porque a veces estamos haciendo algo, pero pensando en lo que vamos a hacer luego y no nos concentrados en lo que hacemos en el momento, por ejemplo si al llegar al centro comercial estamos discutiendo con alguien y no nos fijamos dónde estacionamos, luego será muy difícil recordar dónde quedó el auto.
Otro aspecto que ha contribuido a que nuestra mente se haya vuelto un poco perezosa son los adelantos tecnológicos porque anteriormente escribíamos los números telefónicos en una libreta, para consultarlos antes de marcar y memorizábamos los más importantes, hoy en día no sabemos ni nuestro número del teléfono fijo porque nos basta con presionar un botón del celular para que marque por nosotros.
Después de conocer un poco acerca del funcionamiento del cerebro es necesario tener en mente que existen factores que afectan la memoria y provocan su pérdida cómo son:
– El estrés o la depresión: Las hormonas del estrés como el cortisol, interfieren con los químicos que las células del cerebro usan para comunicarse, haciendo más difícil formar nueva memoria.
– Hipertensión: Cuando no es tratada se disminuye la sangre que es bombeada al cerebro.
– Diabetes: Cuando no se controlan los niveles de glucosa se pueden afectar la memoria reciente y a largo plazo.
– Menopausia: Debido a la disminución de los niveles de estrógeno.
– Falta de sueño: Afecta la concentración.
– Problemas de tiroides: Cualquier problema con la tiroides afecta algunos pasos claves en la formación de la memoria.
– Deficiencia de vitamina B12: La deficiencia de esta vitamina puede causar daño permanente en las neuronas.
– Medicinas: Los efectos secundarios de algunas medicinas como las que controlan la incontinencia urinaria, medicinas para dormir, antidepresivos y los esteroides en algunas medicinas para tratar la artritis crónica pueden afectar la memoria.
Hay diversas formas de ayudar al cerebro para mejorar la memoria, algunas las hemos escuchado a través de los años como “mente sana en cuerpo sano”, “somos lo que comemos”, que realmente tienen una relación estrecha con la memoria, pero también en relación con la edad dicen que “loro viejo no aprende a hablar” dando a entender que una persona mayor no puede aprender algo nuevo, nada mas equivocado.
“Mente sana en cuerpo sano”: Esta frase es real porque el ejercicio físico ayuda a bombear más sangre a los vasos sanguíneos del cerebro favoreciendo la creación de nuevas células y ayudando a producir una molécula involucrada en el aprendizaje y la memoria. No importa si nunca se ha hecho ejercicio, se puede empezar en cualquier momento de la vida, puede ser caminar, subir escaleras o practicar algún deporte.
Según algunos estudios caminar regularmente ayuda a regenerar el cerebro, a olvidar preocupaciones y dolores, al mismo tiempo que relaja, ya que el cerebro activa las llamadas neuronas calmantes, lo que redunda en una forma de enfrentar mejor los problemas cotidianos, pero si se camina en medio de la naturaleza los beneficios son aún mayores porque en espacios verdes el cerebro se puede desconectar de las preocupaciones y entrar en un estado similar al de la meditación.
“Somos lo que comemos”: La alimentación es un factor importante siendo el desayuno esencial para poder enfocarnos en las tareas diarias. Algunos alimentos que nos ayudan con la memoria son:
– Frutas y vegetales
– Leche, queso, yogurt bajos en grasa
– Bayas, nueces
– El café (2 o 3 tazas al día, más de esto causa el efecto contrario)
– Pescado dos o tres veces a la semana
– El aceite de oliva
– Los alimentos ricos en vitamina C, E y betacaroteno
– El chocolate caliente. Un estudio encontró que la memoria de los adultos mayores mejoró al tomar dos tazas de chocolate al día por 30 días.
– Omega 3. Los ácidos grasos pueden regular la liberación de dopamina en la corteza frontal mejorando las facultades cognitivas.
“Loro viejo no aprende a hablar”: Se ha demostrado que cada vez que una persona empieza a aprender algo nuevo o emprende nuevos retos, sin importar la edad, el cerebro hace nuevas conexiones que también se ven estimuladas cuando se socializa, por eso cuando se aprende algo nuevo en grupo la memoria se ve más favorecida llevando a la vez a las personas a ser más sabias y más felices.
Un ejemplo de aprender en grupo son las clases de baile, un estudio encontró que bailar dos veces a la semana por seis meses mejoró la memoria y las funciones cognitivas en adultos mayores con riesgo por enfermedades cardiovasculares, ya que bailar requiere habilidades sociales que también son buenas para el cerebro y no sólo ayuda a la memoria, también es bueno para los huesos y el equilibrio.
Si no es posible tomar clases de baile en una academia se puede aprender en casa con la ayuda de YouTube, se puede aprender a bailar tango o cualquier otro baile, bailando con la pareja, los hijos o con amigos(as), seguro será divertido al tiempo que se hace ejercicio y se mejora la memoria.
Opciones como aprender a tocar un instrumento, aprender otro idioma, tomar clases de cerámica o pintura, armar rompecabezas, hacer crucigramas cumplen con los requisitos, sin embargo los mayores estimulantes para su cerebro, a la vez que lo fortalecen, son leer un libro con diferente punto de vista al suyo, salir de la zona de confort o emprender un nuevo reto como aprender tres nombres nuevos cada día, ya sea de flores exóticas, países lejanos o lo que se les ocurra. Si desean ejercitar el cerebro y estimular la memoria visiten https://www.juegosdememoriagratis.com/.
Socializar: Al estar en contacto con otras personas el cerebro activa los receptores para la vasopresina y la oxitocina (hormona del amor) que incrementan la atención, la memoria y el aprendizaje.
Hidratación: Al igual que para otros órganos, la hidratación es importante para el funcionamiento del cerebro, por lo que la pérdida de memoria y confusión en las personas mayores se explica con el hecho de que después de los 50 años se empieza a dejar de sentir sed, por ende no se consume la cantidad de líquidos suficientes para estar hidratados. Para evitar la deshidratación los mayores de 50 años deberían adoptar la rutina de ingerir líquidos cada dos horas, entiéndase por líquidos agua, sopa, jugo, frutas con alto contenido de agua, té, leche, agua de coco.
Se ha encontrado que después de tomar un vaso con agua la reacción mental es 14% más rápida, entonces tomar agua antes de un examen, hacer cuentas o antes de conducir un auto, especialmente para recorridos largos, es una opción inteligente.
Sueño: Mientras se duerme el cerebro consolida la memoria reactivando la información, de ahí la importancia de dormir entre 7 y 9 horas diarias, aunque el número de horas depende de cada persona. Luego de una buena noche de sueño el cerebro está alerta y concentrado.
Respirar: La neurociencia ha encontrado que la respiración tiene un efecto directo sobre la memoria, ya que respirando lenta y profundamente se mejora la consolidación de esta, al igual que las funciones cognitivas y la memoria a largo plazo. Ejercicio de respiración, inhalar contando hasta siete, exhalar contando hasta siete. Repetir siete veces.
Felicidad: La felicidad es muy buena para el cerebro porque disminuye la hormona del estrés que como ya vimos es una de las principales enemigas de la memoria, por eso todos los días hay que tratar de hacer algo que brinde felicidad, puede ser practicar un hobby, hacer una buena acción, cualquier cosa que ayude a sentirse feliz. Adoptar esta práctica sería muy bueno para el bienestar de nuestro ser.
Meditar: Porque al meditar se reduce la ansiedad y se mejora el flujo de sangre al cerebro.
En síntesis todo lo que necesita nuestro cerebro para brindarnos una buena memoria es que cuidemos nuestro cuerpo, nuestra salud, que disfrutemos la vida en compañía de personas que nos la hagan agradable y estar en contacto con la naturaleza. Es más fácil y divertido de lo que pensábamos, no creen?
Fuentes: Revistas Woman’s Day, AARP y Good Housekeeping; lavidalucida.com, medlineplus.gov, cognifit.com, lifeder.com, hipocampo.org.