Desconocemos tanto acerca del efecto que tienen nuestras acciones sobre el medio ambiente, que cuando escuché en una conferencia ecológica la frase: “el océano empieza en el hogar”, me impresionó al punto que me hizo reflexionar acerca de cómo el cuidado de los océanos, a veces lejanos, inicia en casa, la suya, la mía, la del vecino y me di cuenta de la responsabilidad tan grande que esto implica.
Empecemos con las cifras, en primer lugar están los hogares que generan el 43% de la basura total en el mundo (demasiado,¿ no les parece?); en segundo lugar, un hogar utiliza 1 kilo de plástico cada mes; a esto le podemos sumar el aceite de cocina, ya que un litro de este aceite, vertido a través del desagüe, contamina 1.000 litros de agua y ni que decir de los medicamentos que se desechan por sanitarios y lavamanos, ambos van a parar a las corrientes de agua y en consecuencia al mar.
Si en cada hogar se reduce el uso y consumo de materiales de un solo uso o contaminantes; se le da un buen manejo a los plásticos; se reutilizan el mayor número de elementos y se recicla, se podría reducir en un 90% la cantidad de residuos que van a parar al relleno sanitario, así estaríamos generando un gran impacto en el cuidado del medio ambiente.
Algunos países tienen programas para recoger el aceite de cocina, sin embargo hay quienes siguen vertiendo el aceite por el desagüe, tal vez pensando que ese poquito no va a afectar, pero si se une a todos los que piensan lo mismo el daño es muy grande. Una “solución”, que no es la mejor, pero en vista de que en algunos lugares no hay nada más, es ir guardando el aceite usado en una botella plástica no reciclable, cuando se llene se coloca en el contenedor de la basura, personalmente guardo la botella en una bolsa plástica y le hago un nudo (ya sé también es contaminante, pero en caso que se rompa la botella, el aceite no se va a filtrar al suelo).
Con respecto a los medicamentos, también existen programas para desecharlos de manera segura, pero muchos los arrojan a la basura, por el inodoro o por el lavamanos lo que está contaminando suelos, subsuelos, ríos, océanos, flora y fauna, ocasionando daños irreversibles e irreparables. En el caso de los peces, ellos acumulan esos químicos en sus organismos, además con esa agua pueden regar cultivos de frutas, verduras y cuando nosotros consumimos estos alimentos, se puede ver afectada nuestra salud.
Otro asunto al que no le prestamos atención es la contaminación del agua por jabones y detergentes que usamos para lavar los platos, la ropa, para la limpieza del hogar y aseo personal que contienen químicos, todos ellos van a parar al sistema de alcantarillado y con las consecuencias ya mencionadas. Una forma de contrarrestar estos efectos es elegir productos amigables con el medio ambiente o buscar fórmulas para elaborar sus propios jabones con elementos naturales y biodegradables.
Estoy segura que estos datos los han hecho pensar un poco y espero que se tomen el tiempo de analizar el manejo que le están dando a su basura y que compartan la información con mas personas, de esta manera seremos cada vez más los comprometidos con esta causa para detener el daño que le hemos hecho y le estamos haciendo a nuestro planeta.