Cuando se habla de pérdida auditiva inmediatamente se piensa en personas mayores y esto pudo ser la realidad tiempo atrás, pero en la actualidad esa situación se está presentando con mayor frecuencia en gente joven debido a ruidos fuertes de la vida diaria cómo tráfico pesado, podadoras, herramientas eléctricas, restaurantes ruidosos, eventos deportivos, conciertos de rock y escuchar música con audífonos.
Para entender esta situación empecemos por conocer cómo escuchamos. En el momento que un sonido entra en los oídos es captado por las llamadas células pilosas o ciliadas, estas células convierten las ondas sonoras en señales que son llevadas al cerebro por los nervios. Cuando estas conexiones, delicadas por cierto, entre las células pilosas y los nervios se dañan, como consecuencia de pérdida de células pilosas, se afecta el mensaje que los nervios llevan al cerebro eliminando detalles que son cruciales para filtrar la conversación de los ruidos ambientales.
Las células pilosas no se regeneran y se pueden perder o dañar al estar expuestas a ruidos fuertes, al envejecer y debido a algunas medicinas.
Vivimos en medio del ruido sin percatarnos de ello, por ejemplo un estudio encontró que en parques y áreas silvestres la contaminación acústica que proviene del tráfico vehicular, de la tala de árboles y de taladros ahora es el doble y se supone que en estos espacios hay mas silencio, entonces que podremos esperar de las áreas urbanas.
Algunas personas están expuestas a ruidos fuertes en sus trabajos como quienes utilizan herramientas ruidosas o trabajan en bares, discotecas, incluso algunos almacenes donde la música está a niveles exagerados, por eso no es de extrañar que resulten con pérdida de la audición, pero el asunto preocupante es que al realizar pruebas de audición a muchas personas, entre ellas jóvenes de 20 años, que dicen escuchar bien y no tener un empleo relacionado con ruido, estas dieron como resultado “pérdida auditiva ocasionada por ruido”, la cual causa una disminución en la habilidad para escuchar sonidos de alta frecuencia o agudos.
El daño es acumulativo y entre más frecuentemente se exponen los oídos al ruido dañino mas células pilosas mueren, y como estas no se regeneran, la pérdida de la audición es permanente, por eso entre los motivos por los cuales los jóvenes presentan daño auditivo, hoy en día, es porque ellos le suben el volumen a sus audífonos para aislar los ruidos a su alrededor y a diferencia de los dispositivos portátiles de hace años, cuyo nivel de sonido era mucho más bajo y sus audífonos eran más débiles, ahora los teléfonos inteligentes son de alta fidelidad y sus audífonos emiten sonidos más altos, además están mucho más cerca del tímpano.
Medidas para proteger y prevenir la pérdida auditiva:
- Si utiliza audífonos para escuchar música el volumen debe estar en 50%, si la persona a su lado puede escuchar su música, está demasiado alto y eso lo pone en riesgo.
- Cuando asista a conciertos utilice audífonos de alta fidelidad, que permiten filtrar el ruido, pero dejan escuchar la música, en su defecto los que venden en las farmacias también sirven.
- En los restaurantes elija una mesa en un área tranquila.
- Evite asistir a estadios deportivos ruidosos y en los gimnasios con clases con música a alto volumen aléjese lo más que pueda de los parlantes.
Uno de los primeros síntomas de daño auditivo es el zumbido en uno o en ambos oídos, por lo que es importante consultar al especialista. En el caso de ser diagnosticado con pérdida de audición:
- Hablar con el especialista acerca de las opciones de tratamiento.
- Cuando hable con alguien pedirle que se coloque en frente suyo, que hable más alto y más despacio.
- Pregunte si no entendió lo que le dijeron.
- Antes de iniciar una conversación elimine todo sonido ambiental apague televisor, radio o cualquier dispositivo que le evite escuchar bien.
- Practique la lectura de labios para mejorar la conversación y entender todo.
- Si siente que lo necesita, visite a un audiólogo para conseguir un dispositivo auditivo.
Es importante tomar medidas para reducir los riesgos de la pérdida de audición, especialmente en los jóvenes y niños, ya que estos empiezan a utilizar los audífonos a muy corta edad.
Fuentes: Artículos de Malcolm Ritter, Candy Sagon, Matt McMillen.
Natural Essentia